La Comunidad Valenciana ‘vende’ entrenadores y gestión futbolística en pleno impulso por parte del Gobierno chino a este deporte, que ya es obligatorio en todos los colegios
En Tuanbo New Town, a dos horas en coche de Pekín, hay todo un museo consagrado a la figura de Juan Antonio Samaranch. Es tal la devoción que tienen los chinos por el español al que agradecen la consecución de sus Juegos Olímpicos, que las vitrinas del Museo Memorial guardan hasta una caja con castañas que, dicen, servía a Samaranch para templar los nervios, pues le recordaban a su mujer.
Este es sólo un ejemplo de por qué China se ha fijado en España en lo que se refiere a temas deportivos. Y en el punto dé mira de los chinos está hoy el fútbol español y, en concreto, el valenciano. La razón no es otra que la nueva obligación de todos los colegios chinos de impartir el fútbol como asignatura obligatoria.
Como explica el valenciano Enrique García -vinculado a la centenaria firma de La Pilarica-, de la empresa Spanish Soccer Institute, «España sorprende por su calidad futbolística, algo importante ahora que el presidente chino ha prometido que China será sede de una Copa del Mundo en una década y que la ganará en tres». Así que con millones de niños chinos que tendrán que jugar a fútbol, ¿quién forma a los chavales? Ahí es donde García y su empresa han visto el negocio.
«Se han creado más de dos millones de puestos de trabajo como profesor de fútbol», explica este empresario valenciano, que lleva organizados cursos de formación para medio millar de chinos aspirantes a entrenador de fútbol. Su previsión habla de alcanzar los 10.000.
Se ha convertido así en el socio del Bureau de Deportes y la Federación de Fútbol de Tianjin, formando a sus entrenadores de fútbol y asesorando a las 23 bases de fútbol establecidas en los 16 distritos de Tianjin, uno de los cuatro municipios que dependen directamente del llamado Poder Central de China (como Pekín, Shanghai y Chongquing).
Tianjin es, además, la cuarta ciudad más poblada del gigante asiático, con más de 15 millones de habitantes, y enclave de uno de los principales puertos de China. De ahí la importancia que tiene su visita para la delegación institucional y comercial que encabeza estos días el presidente de la Generalitat